LA VERDAD DEL EVANGELIO

 CONFERENCIAS SOBRE AVIVAMIENTOS DE RELIGIÓN

por el Rdo. CHARLES G. FINNEY

 

 

CONFERENCIA XVI

 

LA NECESIDAD Y EL EFECTO DE LA UNIÓN
TEXTO. --Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.--MATEO 18:19.

Hace unas semanas usé este texto para predicar sobre el tema de las reuniones de oración. Hoy quiero adentrarme más en el espíritu y significado del texto. El diseño evidente de nuestro Señor en este texto era enseñar la importancia e influencia de la unión en oración y esfuerzo para promover la religión. Él establece el caso más fuerte posible al tomar el número dos como el número mínimo entre quienes puedan estar de acuerdo, y dice que "que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos". Es el hecho de su acuerdo, sobre el cual pone énfasis y menciona el número dos, que parece haber sido diseñado meramente para motivar el número más mínimo entre quienes pueden estar de acuerdo. Pero ¿qué debemos entender por "se pusieren de acuerdo en la tierra" por las cosas que pidamos? Responderé esta pregunta bajo los siguientes encabezados:

I. Al mostrar que vamos a estar "de acuerdo" en oración.

II. Vamos a estar de acuerdo en todo lo que es esencial para obtener la bendición que buscamos.

I. A fin de entrar en esta promesa, vamos a estar de acuerdo en oración. Esto se enseña particularmente en el texto. Es decir:

1. Debemos estar de acuerdo en nuestros deseos por el objeto. Es necesario tener deseos por el objeto y estar de acuerdo en esos deseos. Muy frecuentemente los individuos oran en palabras por lo mismo, cuando por ningún motivo están de acuerdo en desear eso. No, quizá algunos de ellos, en sus corazones desean lo contrario. La gente es llamada a orar por un objeto, y deben orar por eso en palabras, pero Dios sabe que seguido ellos no lo desean, y quizá ve él que los corazones de algunos pudieran, todo el tiempo, estar resistiendo la oración.

2. Debemos estar de acuerdo en el motivo por el cual deseamos el objeto. No es suficiente que nuestros deseos por un objeto deban ser el mismo, sino la razón del por qué debe ser la misma. Un individuo puede desear un avivamiento para la gloria de Dios y la salvación de los pecadores. Otro miembro de la iglesia puede también desear un avivamiento con el fin de tener una congregación edificada y fortalecida para que sea más fácil para que ellos cubran los gastos en apoyo al evangelio. Otro desea un avivamiento por la causa de tener que la iglesia crezca para tener más gente y sea más respetable. Otros desean un avivamiento porque han sido impedidos o se ha hablado mal, y desean hacer saber a sus enemigos que cualquier cosa que piensen o digan, Dios los bendice. A veces la gente desea un avivamiento desde el afecto natural para que sus amigos se conviertan y se salven. Si tienen el propósito de estar unidos en oración para obtener la bendición, no sólo tienen que desear la bendición y estar de acuerdo en desearla, sino también deben estar de acuerdo en desearla por las mismas razones.

3. Tenemos que estar de acuerdo en desearla por las mismas razones. Estos deseos no sólo tienen que unirse, y ser de los mismos motivos, sino que deben ser por buenos motivos. El motivo supremo tiene que honrar y glorificar a Dios. La gente puede incluso desear un avivamiento, estar de acuerdo en desearlo, y estar de acuerdo en los motivos, pero si estos motivos no son buenos, Dios no cumplirá sus deseos. De este modo, los padres están de acuerdo en oración por la conversión de sus hijos, pero si no tienen motivos más altos que porque son sus hijos, sus oraciones no serán contestadas. Van a estar de acuerdo en la razón, pero no es la razón correcta.

Igualmente, cualquier número de personas pudiera estar de acuerdo en sus deseos y motivos, pero si sus motivos son egoístas, el estar de acuerdo en ellos sólo los hará más ofensivos para Dios. "¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor?" He visto mucho de esto, donde las iglesias se han ocupado en orar por un objeto, y sus motivos fueron evidentemente egoístas. A veces se ocupan por orar por un avivamiento, y creen que por el esfuerzo y la unión de ellos ciertamente moverán a Dios para que conceda la bendición hasta que se dan cuenta de la razón. ¿Y cuál es? Pues, ven a su congragación que está por disolverse a menos que se haga algo. O ven alguna otra denominación ganar terreno, y no hay modo de contrarrestarla más que por un avivamiento en la iglesia de ellos. Y toda su oración es sólo un intento de hacer que el Todopoderoso los ayude en su dificultad y es puramente ofensivo y egoísta para Dios. Una mujer en Filadelfia fue invitada a asistir a una reunión de oración de mujeres en cierto lugar. Ella preguntó para qué se reunían y por qué iban a orar. Le respondieron que iban a orar por el derramamiento del Espíritu en la ciudad. "Bueno, pues", dijo ella "no iré; si fuéramos a orar por nuestra congregación iría, pero ¡no voy a ir a orar por otras iglesias!" Oh, ¡qué espíritu!

He tenido muchísimas cartas y peticiones que debo visitar tal y tal lugar e intentar promover un avivamiento, y por muchas razones se me urge que debo ir, pero cuando peso sus razones, a veces encuentro que cada una de ellas es egoísta. Y Dios verá a cada una con aborrecimiento.

En reuniones de oración, cuán seguido oímos a la gente ofrecer tales razones del por qué desean tales y tales bendiciones que no son correctas delante de Dios. Para tales razones, que si son las verdaderas, sus oraciones se considerarán inaceptables para Dios porque su motivo no es el correcto.

Se dicen muchas cosas con frecuencia a favor de la causa de las misiones, que son de este carácter, que apelan a los motivos incorrectos. Cuán seguido se nos dice de seiscientos millones de infieles que están en peligro de irse al infierno, y cuán poco se dice de la culpa de seiscientos millones ocupados y aliados como rebeldes contra Dios, o de la deshonra y el desdén derramados sobre Dios nuestro Hacedor por un mundo tal de facinerosos. Ahora sé que Dios se refiere a aquellos motivos que apelan meramente a nuestras simpatías naturales y compasión, y él las usa, pero siempre en subordinación a su gloria. Si estos motivos inferiores son puestos ante todo, siempre tienen que producir una piedad y un celo defectuosos y muchos que son falsos. Hasta que la iglesia vea la deshonra hecha a Dios, poco se hará. Es esto lo que debe hacerse para que se distinga ante el mundo, es eso lo que tiene que sentirse profundamente por la iglesia, es eso lo que tiene que exhibirse plenamente a los pecadores, antes de que el mundo pueda ser convertido.

Los padres nunca están de acuerdo en orar por la conversión de sus hijos en tal forma como para que sus oraciones sean respondidas hasta que sientan que sus hijos son rebeldes. Los padres seguido oran muy esforzadamente por sus hijos porque desean que Dios los salve y casi piensan duramente de Dios si no salva a sus hijos. Pero si hacen que sus oraciones prevalezcan, tienen que llegar para tomar la parte de Dios contra sus hijos, aunque por su perseverancia y perversidad incorregible deba estar obligado Dios a enviarlos al infierno. Supe de una mujer que estaba muy conturbada por la salvación de su hijo, y oraba por él en agonía, pero él seguía siendo impenitente hasta que ella se convenció que sus oraciones y agonías no habían sido nada más que anhelos afectivos de sentimiento maternal, y que no estaban dictados para nada por un fundamento justo del carácter de su hijo como un rebelde perverso y obstinado contra Dios. Y nunca se hacía ninguna impresión en la mente de él hasta que ella tomó una base fuerte contra él como rebelde y lo vio como merecedor de ser enviado al infierno. Y entonces se convirtió. La razón fue que nunca antes fue influida por el motivo correcto de oración, deseando la salvación de él con una consideración suprema para la gloria de Dios.

4. Si nos uniéramos para prevalecer en oración, tenemos que estar de acuerdo en fe. Esto es, tenemos que concordar en esperar la bendición por la que oramos. Tenemos que entender la razón por la que se espera, tenemos que ver la evidencia sobre la cual la fe debe descansar, y tenemos que absolutamente creer que la bendición vendrá, o no entraremos en la promesa. La fe siempre es entendida como una condición indispensable de oración prevaleciente. Si no es expresada en cualquier caso particular, siempre está contenida, pues ninguna oración no puede ser eficaz más que por eso que se ofrece en fe. Y a fin de que la oración unida prevalezca, debe haber fe unida.

5. De nuevo entonces, tenemos que estar de acuerdo en cuanto al tiempo cuando deseemos que venga la bendición. Si dos o más se ponen de acuerdo en desear una bendición en particular, y uno de ellos desea que llegue ahora, mientras otros no están listos para tenerla aún, es claro que no están de acuerdo. No están unidos en cuanto a un punto esencial. Si la bendición va a venir en respuesta a su oración unida, tiene que venir como oraron por ella. Y si llega, debe ser en algún momento. Pero si no están de acuerdo en cuanto al tiempo cuando la tendrán, claramente nunca llegará en respuesta a su oración.

Supongan que una iglesia deba orar por un avivamiento y deba estar de acuerdo en desear un avivamiento, pero no en cuanto al tiempo cuando deba ser. Supongan que algunos desean tener el avivamiento ahora, están preparados, sus corazones están esperando al Espíritu de Dios que descienda, y están dispuestos a darle tiempo, atención y trabajar por él AHORA, pero otros no están listos, tienen algo más que atender en ese momento, algún objeto mundano que quieren lograr, algún negocio a la mano y quieren cerrar el trato, y entonces--pero no pueden hallar el tiempo para atender la petición ahora, no están preparados para humillarse para escudriñar sus corazones, arar la tierra sin cultivar y ponerse en la posición para recibir la bendición. ¿No es claro que aquí no hay una unión real, pues no están de acuerdo en aquello que es esencial? Mientras una parte está orando que pueda venir el avivamiento, los otros están orando con el mismo esfuerzo que no llegue ahora.

Supongan que se le hiciera ahora la pregunta a esta iglesia, ¿si están de acuerdo en orar por un avivamiento de religión aquí? ¿Desean todos un avivamiento y les gustaría a todos que llegara ahora? ¿Estarían de corazón de acuerdo de quebrantarse en el polvo y abrir sus corazones al Espíritu Santo si debe él venir esta noche? No pregunto qué dirían, si les hago la pregunta. Quizá si se las hago ahora, ¿se levantarían todos ustedes y votarían que están de acuerdo de desear un avivamiento y tenerlo ahora? Saben cuánto deben sentir y qué deben decir, y saben que deben estar listos para un avivamiento ahora. Pero, pregunto, ¿lo vería Dios que es así que están de acuerdo de corazón en este punto? ¿Ha habido un momento desde que regresé del campo que esta iglesia está toda de acuerdo de desear y orar por un avivamiento y desear que llegue ahora? Y si esta iglesia no puede estar de acuerdo entre ustedes mismos, ¿cómo pueden esperar un avivamiento? ¿Ha habido dos que estén de acuerdo sobre este punto y han orado? Si no, ¿cuándo estarán de acuerdo para orar por un avivamiento? Y si esta iglesia no puede estar de acuerdo entre ustedes, ¿cómo pueden esperar un avivamiento? Es inútil que ustedes tomen una actitud externa, se levanten y digan que están de acuerdo, cuando Dios lee su corazón y ve que no están de acuerdo. Aquí está la promesa--"Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos". Ahora, esto es verdadero o falso. ¿Qué postura van a tomar? Si es verdad, entonces es verdad que no están de acuerdo, y nunca han estado, excepto en esos casos donde han tenido avivamiento.

Pero tenemos que estar de acuerdo no sólo en un tiempo, sino tiene que ser el presente, o no vamos a estar de acuerdo en todo lo esencial de la obra. A menos que estemos de acuerdo de tener el avivamiento ahora, no usaremos los medios ahora. Pero hasta que los medios se usen, no puede llegar. Es claro, entonces, que tenemos que estar de acuerdo en el tiempo presente, esto es, no estamos de acuerdo en el sentido del texto, hasta que estemos de acuerdo que ahora tendremos la bendición y conducirnos de acuerdo a eso. Para estar de acuerdo sobre un tiempo futuro es inútil, pues cuando el tiempo futuro llegue, tenemos entonces que estar de acuerdo en ese momento presente, y usar los medios, para que ustedes vean que nunca están propiamente de acuerdo hasta que estén de acuerdo que ahora es el tiempo.

II. Vamos a estar de acuerdo en todo lo que es esencial para obtener la bendición que buscamos.

Vean el lenguaje del texto "si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren". Mucha gente parece leerlo como si se refiriera meramente a una acuerdo en pedir, y lo entendiera para prometer que cuando dos estén de acuerdo en pedir por una bendición, será dada, pero Cristo dice que tiene que haber un acuerdo "como tocando"* aquello que se pide. Es decir, el acuerdo o unión tiene que abarcar todo lo que es esencial para el otorgamiento y recepción de la bendición.

1. Si los cristianos disfrutan los beneficios de esta promesa al orar por un avivamiento, tienen que estar de acuerdo en creer que los avivamientos de religión son una realidad. Hay muchos individuos, incluso en la iglesia, que no creen en sus corazones que los aviamientos que toman lugar son obra de Dios. Algunos de ellos pueden orar en palabras para un derramamiento del Espíritu y un avivamiento de religión, mientras en sus corazones dudan si hay tales cosas conocidas en tiempos modernos. En oración unida no tiene que haber hipocresía.

2. Tienen que estar de acuerdo de sentir la necesidad de avivamientos. Hay algunos que creen en la realidad de los avivamientos como una obra de Dios, mientras al mismo tiempo no están seguros en cuanto a la necesidad de tenerlos para el éxito del evangelio. Creen que es una obra real de Dios en avivamientos, pero después de todo, quizá también tengan pecadores convertidos llevados a la iglesia de una forma gradual y callada y sin mucho furor. Cuando los avivamientos son fuera del país, y prevalecen, y son populares, puede parecer a favor de ellos, y pueden levantar sus oraciones frías por un avivamiento, mientras al mismo tiempo se lamentan porque les ha llegado un avivamiento. Creen que es mucho más seguro y mejor adoctrinar a la gente, y propagar el asunto ante ellos de una forma calmada, y llevarlos gradualmente, y no correr el riesgo de tener un sentimiento animal o un incendio salvaje en sus corazones.

3. Tienen que estar de acuerdo en cuanto a la importancia de los avivamientos. Los hombres no son bendecidos en respuesta a oraciones que no son ni la mitad en serio. Tienen que sentir la importancia infinita de un avivamiento antes de que oren para que prevalezca. Las bendiciones de este tipo no son concedidas más que en respuesta a tales oraciones como surjan de un sentido de su importancia. Como he mostrado antes, cuando prediqué sobre el tema de la oración prevaleciente, es cuando los hombres desean la bendición con AGONÍA INEXPRESABLE, que ofrecen tal oración como infaliblemente prevalecerá con Dios. Aquellos que sienten menos de la importancia de un avivamiento deben orar por él en palabras, pero nunca tendrán la bendición. Pero cuando una iglesia ha estado unida en oración y realmente sintió la importancia de un avivamiento, nunca ha fallado en tener uno. No creo que ningún caso se pueda encontrar una iglesia así que se vuelva vacía. Tal acuerdo cuando es sincero asegurará un acuerdo también en todos los demás asuntos que son indispensables.

4. También tienen que estar de acuerdo de tener las nociones escriturales correctas sobre varias cosas conectadas con los avivamientos.

(1.) La necesidad de agencia divina para producir un avivamiento. No es suficiente que ellos tengan una teoría, y oren por ella en palabras. Tienen que entender plenamente y sentir profundamente esa necesidad, tienen que darse cuenta de su completa dependencia del Espíritu de Dios, o el todo fallará.

(2.) Pues la agencia divina es necesaria. Tiene que haber un acuerdo sobre los principios correctos en cuanto a la razón de que la agencia divina no es indispensable. Si tienen ellos ideas incorrectas sobre este punto, serán obstaculizados. Si los cristianos tienen la idea de que esta necesidad de influencia divina yace en la inhabilidad de los pecadores, o si sienten como si Dios estuviera bajo obligación de dar el Espíritu Santo a fin de hacer a los pecadores sentir obedecer el evangelio, insultan a Dios y sus oraciones no valdrán. Pues en ese caso tienen que sentir que un mero asunto de justicia común para que Dios derrame su Espíritu antes de que pueda justamente requerir a cristianos para la obra o a los pecadores para arrepentirse.

Supongan una iglesia que tiene la idea de que los pecadores son criaturas pobres e infortunadas que vienen al mundo con una naturaleza tal que no pueden evitar pecar, y que los pecadores son tan incapaces de arrepentirse y creer el evangelio como son para volar a la luna, ¿cómo pueden sentir que un pecador sea un rebelde contra Dios, y que merezca ser enviado al infierno? ¿Cómo pueden sentir que el pecador sea culpable? Y ¿cómo pueden estar del lado de Dios cuando oran? Si se ponen del lado de Dios contra el pecador, no pueden esperar que Dios considere sus oraciones, pues no oran por los motivos correctos. Sin duda una gran razón por la que tantísimas oraciones no son respondidas es que aquellos que oran se ponen de hecho del lado del pecador contra Dios. Oran como si el pecador fuera un pobre ser infortunado que da lástima en vez de que sea un culpable sinvergüenza. Y la razón es que ellos no creen que los pecadores sean capaces de obedecer a Dios. Si una persona no cree que los pecadores son capaces de obedecer a su Creador, y realmente cree que las influencias del Espíritu son necesarias para hacerlo capaz, es imposible, con estas posturas, ofrecer una oración aceptable y prevaleciente para el pecador, y no es de sorprenderse que las personas con estas posturas no deban prevalecer con Dios y deban dudar sobre la eficacia de la oración de fe.

Cuán seguido oyen a la gente orar en este estilo: "Oh, Señor, ayuda a esta pobre alma a hacer lo se le requiere hacer--Oh, Señor, dale la capacidad de hacer esto y aquello". Ahora este lenguaje implica que se ponen del lado del pecador, y no de Dios. Si se entendiera por aquellos que lo usan, como a veces se explica, y si la gente quiso decir lo que debía cuando suplica por los pecadores, no se encontraría tanta falta en la oración, pero la verdad es que cuando la gente usa ese lenguaje, seguido quiere decir sólo lo que el lenguaje en sí haría naturalmente a primera vista, entendido para querer decir, que como si oraran: "Señor, mandas a estos pobres pecadores a que se arrepientan, cuando, oh, Señor, sabes que no pueden arrepentirse a menos que les des tu Espíritu, para que puedan hacerlo, aunque has declarado que los enviarás al infierno si no lo hacen, ya sea que reciban el Espíritu o no, y ahora Señor, esto parece difícil, y te pedimos que tengas lástima de estas pobres criaturas, y que no seas tan duro con ellas, por Cristo". Quien no ve que una oración tal, o una oración que significa eso, cual sea el lenguaje, formulada así, es un insulto a Dios, levantándole cargos con injusticia infinita, si continúa exigiendo a los pecadores un deber que no pueden cumplir con esa ayuda que no se puede conceder. La gente ora de esa forma hasta el día del juicio, y nunca obtiene una bendición porque se pone del lado de los pecadores contra Dios. No puede orar exitosamente hasta que entienda que un pecador es un rebelde, obstinado en su rebelión --tan obstinado que nunca hará, sin el Espíritu Santo, lo que puede hacer como no puede hacer, instantáneamente, y esta tendencia es la razón, y sólo la razón, por la que necesita de la influencia del Espíritu Santo para su conversión. El único fundamento en el que el pecador necesita la agencia divina es vencer su obstinación, y hacerle estar dispuesto a hacer lo que puede hacer, y lo que Dios justamente le requiere hacer. Y una iglesia nunca está en una actitud en la que Dios oirá sus oraciones unidas a menos que esté de acuerdo en entender su dependencia de Dios para sentirla en perfecta consistencia con la culpa del pecador. Si es la otra forma, está de acuerdo en entenderla incorrectamente, y sus oraciones por ayuda divina para los infortunados en vez del favor divino que haga al pecador someterse, está errada, es un insulto a Dios, y nunca obtendrá el favor en el cielo.

(3.) Tienen que estar de acuerdo para entender que los avivamientos no son milagros, sino que son llevados a que sucedan por el uso de los medios como otros eventos. Con razón los avivamientos antes eran poco frecuentes y duraban poco tiempo, cuando la gente generalmente los consideraba como milagros, o como una caída de lluvia, que llegaba a un lugar y seguía por un rato breve, y luego se iba; esto es, como algo por el cual no tenemos control. ¿Qué puede hacer la gente con una lluvia? O ¿cómo pueden hacer llover más de lo que llueve? Es necesario que quienes oran deban estar de acuerdo en entender un avivamiento como algo que sucede por medios, o nunca estarán de acuerdo para usarlos.

(4.) Tienen que estar de acuerdo para entender que la agencia humana es tan indispensable para un avivamiento como la agencia divina. Tal cosa como un avivamiento de religión, me aventuro a decir, nunca ocurrió sin la agencia divina, y nunca ocurrió sin la agencia humana. ¿Cuán seguido la gente dice: "Dios puede, si quiere, realizar la obra sin medios"? Pero no tengo fe en ella porque no hay evidencia de eso. ¿Qué es religión? La obediencia a la ley de Dios. Pero la ley no puede ser obedecida a menos que se conozca. Y cómo Dios puede darles a conocer sino es por revelarse él mismo, o enviarlos por otros --esto es, por llevar LA VERDAD para que se revele en la mente de la persona hasta que obedezca. Dios nunca convirtió y puede convertir a un pecador excepto con la verdad. ¿Qué es conversión? Obedecer la verdad. Puede comunicarla él mismo, directamente al pecador. Pero entonces, la agencia del pecador es indispensable porque la conversión consiste en el empleo correcto de la agencia del pecador. Y ordinariamente, emplea la agencia de otros también en imprenta, escritos, conversación y predicación. Dios ha puesto el tesoro del evangelio en vasijas de barro. Ha visto bien emplear a hombres para predicar la palabra. Esto es, ha visto que la agencia humana es aquello que puede emplear mejor para salvar a pecadores. Y si hubo algún caso, del cual no tenemos evidencia, no hay uno en mil, si uno en un millón, de convertidos de alguna otra manera que a través de la verdad, dada a conocer y apremiada por conducto humano. Y como la iglesia tiene que estar unida para usar esos medios, es claramente necesario que debemos estar unidos para entender la verdadera razón por la que los medios van a usarse, y los verdaderos principios en los que se van a gobernar y aplicar.

5. Es importante que deba haber unión en cuanto a las medidas esenciales para la promoción de un avivamiento. Que los individuos se pongan de acuerdo para hacer cualquier cosa, y si no están de acuerdo en sus medidas, se confundirán, y uno al otro se opondrá. Pónganlos a navegar un barco, y no podrán hacerlo sin un acuerdo. Si intentan hacer negocios como comerciantes cuando no están de acuerdo en sus medidas, ¿qué harán? Pues sólo a deshacer el trabajo de cada uno, frustrar todo el negocio. Todo esto es preeminentemente cierto en cuanto a la obra de promover un avivamiento. De otro modo los miembros de la iglesia se opondrán a la influencia de cada uno, y no necesitarán esperar un avivamiento.

(1.) La iglesia tiene que estar de acuerdo en las reuniones que se realizarán en cuanto a qué reuniones, cuántas, dónde, y cuándo se harán. Algunas personas siempre desean multiplicar las reuniones en un avivamiento como si a más reuniones, a más religión. Otros siempre se oponen a las nuevas reuniones en un avivamiento. Algunos siempre están por tener una reunión prolongada, y otros nunca están listos para tener una. Cual sea la diferencia, es esencial que la iglesia deba llegar a un buen entendimiento del tema para que puedan ir juntos en armonía, y trabajar con celo y efecto.

(2.) Tienen que estar de acuerdo en cuanto a la manera de conducir las reuniones. Es necesario que la iglesia deba estar unida y ser cordial en el tema, si esperan ofrecer oración unida con efecto. A veces hay individuos que quieren adoptar cada cosa nueva que oyen o se imaginan, mientras otros están totalmente indispuestos a tener cualquier cosa alterada en cuanto a la conducción de la reunión, pero harían todo precisamente como están acostumbrados. Deben estar de acuerdo en alguna manera, ya sea para tener las reuniones cambiadas, o para tenerlas como antes. La mejor forma posible es, para que la iglesia esté de acuerdo en eso, que dejen las reuniones que sigan y tomen su curso, así como el Espíritu de Dios les dé forma, y ni siquiera intenten hacer dos reuniones parecidas. La iglesia nunca dará el efecto más completo a la verdad hasta que esté de acuerdo en este principio--que en promover un avivamiento acomodará sus medidas a circunstancias, y no intente interrumpir el curso natural que el sentimiento piadoso y juicio sensato indiquen, pero pónganse enteramente a la guía y dirección del Espíritu Santo, introduciendo cualquier medida, en cualquier momento, que parezca requerida en la Providencia de Dios, sin poner énfasis en lo nuevo o viejo.

6. Tienen que estar de acuerdo en la manera de tratar con los pecadores impenitentes. Éste es un punto importantísimo, que la iglesia debe estar de acuerdo en el tratamiento de los pecadores. Supongan que no están de acuerdo, y alguien siente decirle al pecador una cosa y alguien más otra. ¡Qué confusión! Cómo pueden estar de acuerdo en oración cuando es claro que no están de acuerdo en cuanto a las cosas por las que orarán. Vayan a una iglesia así, y óiganlos orar por los pecadores. Asistan a una reunión y escuchen. He aquí a un hombre que ora para que los pecadores presentes se arrepientan. Otro ora que sean redargüidos, y quizá, si está muy metido, irá tan lejos para orar que sean redargüidos profundamente. Otros oran para que los pecadores sean solemnes, estén pensativos y callados, meditando en las verdades que escuchen. Otro ora de una manera que ustedes puedan ver que tiene miedo de que se conviertan ahora. Otro ora muy solemnemente que no intenten hacer nada en su propia fuerza. Y así sucesivamente. Cuán fácil es ver que la iglesia no se pone de acuerdo en cuanto a tocar las cosas por las que piden, y desde luego no tienen interés en la promesa.

Si los oyen hablar con los pecadores, sus conversaciones serían discordantes porque está claro que no se ponen de acuerdo y no tienen posturas claras en cuanto a qué debe hacer un pecador para ser salvo, o qué se tiene que decir a los pecadores para llevarlos al arrepentimiento. Y la consecuencia es que los pecadores que son despertados y se vuelven ansiosos, se confunden y no saben qué hacer, y quizá se desesperen o concluyan que no hay nada en realidad racional o consistente con la religión. Uno le dirá al pecador que tiene que arrepentirse inmediatamente. Otro le dará un libro, quizá el Rise and Progress (Levantarse y Progresar), de Doodridge, y le dirá que lo lea. Otro le dirá que tiene que orar y perseverar, y en el tiempo de Dios obtendrá la bendición. Un avivamiento nunca puede seguir por cualquier lapso de tiempo en medio de dificultades así. Si empieza, pronto se debe acabar, a menos, quizá, que el cuerpo de la iglesia se mantenga quieto y no diga nada, y deje que otros hagan la obra. Y ahí la obra sufrirá materialmente por la falta de su cooperación y apoyo. Una iglesia debe ponerse de acuerdo. Cada cristiano debe tener un entendimiento claro de este tema, hablar lo mismo y dar las mismas direcciones. Y entonces el pecador no encontrará a nadie de su lado y no podrá encontrar ningún alivio o consuelo hasta que se arrepienta.

7. Deben estar de acuerdo en remover los impedimentos para un avivamiento. Si una iglesia espera un avivamiento, tiene que levantar las piedras de tropiezo del camino.

(1.) En el ejercicio de disciplina. Si hay miembros podridos en la iglesia, deben ser quitados, y la iglesia debe estar de acuerdo en sacarlos. Si permanecen en la iglesia, son un reproche a la religión para obstruir un avivamiento. A veces cuando un intento se hace de echarlos, esto crea división, y entonces la obra se detiene. A veces los ofendidos son personas de influencia, o tienen amigos de la familia que estarán de su lado, y formarán un bando, y así crearán un espíritu malo, y frenarán un avivamiento.

(2.) En confesiones mutuas. Cuando se ha hecho mal a cualquiera, debe haber una confesión plena. No quiero decir un reconocimiento frío y forzado, como decir "si he hecho mal, lo siento". Más bien, una confesión de corazón, que abarque todo el mal y muestre que viene de un corazón contrito.

(3.) Perdón a los enemigos. Una gran obstrucción a avivamientos se encuentra a menudo en el hecho que individuos activos y destacados albergan un espíritu vengativo y falto de perdón hacia aquellos que los han lastimado, que destruye su espiritualidad, los hace duros y desagradables en su manera, y los previene de disfrutar la comunión con Dios en oración o la bendición de Dios para darles éxito en su labor. Pero dejen a los miembros de la iglesia que se pongan de acuerdo en quebrantarse y confesar sus propias faltas, y en acariciar un espíritu tierno, misericordioso perdonador como Cristo hacia quienes creen les han hecho mal, y entonces el Espíritu vendrá sobre ellos no por medias.

8. Deben ponerse de acuerdo en hacer todas las preparaciones necesarias para un avivamiento. Deben estar de acuerdo en tener toda la preparación necesaria hecha, estar de acuerdo en llevar su parte de la labor o costo de hacerlo. Debe haber una igualdad, y no dejar a algunos con la carga y el resto sin hacer nada o poco, pero cada uno su porción, según sus distintas habilidades. Entonces no habrá envidias ni celos, ni ninguna recriminación mutua, altercados y comentarios irrespetuosos sobre uno y el otro, que no son consistentes con el amor de hermanos y que es una piedra de tropiezo en el camino de los pecadores.

9. Debe estar de acuerdo de corazón en lo que sea necesario hacerse para la promoción del avivamiento. A veces un ligero desacuerdo sobre algo pequeño se permitirá para irrumpir y destruir un avivamiento. Un ministro me contó que una vez fue a trabajar como evangelista, y el Espíritu de Dios estaba evidentemente presente, y los pecadores empezaron a preguntar, y las cosas se veían bastante favorables, hasta que algunos de los miembros se empezaron a inquietar con cuánto cómo debía pagársele por sus servicios. "Si se queda entre nosotros más tiempo, esperará que le demos algo", y no vieron cómo podrían pagarle. Y hablaron al respecto hasta que las mentes de los hermanos se distrajeron y dividieron, y el ministro se fue. Vean eso. Ahí estaba Dios de pie a la puerta de la iglesia con las manos llenas de misericordias, pero estos profesantes malvados y parcos pensaron que les costaría algo tener un avivamiento, y sus gastos eran sobre cuánto sentían estar, o podían estar, dispuestos a dar. Y entonces lo dejaron ir y la obra cesó. El ministro no se hubiera ido al momento, si se le hubiera dado o no, por lo que debía recibir, o si debía recibir algo de ellos, era asunto del que no sentía apuración. Pero la iglesia por ese espíritu parco se metió en ese estado para contristar al Espíritu, y vio él que quedarse más tiempo con ellos no haría bien. Oh, cómo esos profesantes se sentirán cuando estén con los pecadores de ese pueblo en el juicio, cuando todo salga, que Dios estaba listo y esperando concederles una bendición, pero ellos permitieron ponerse inquietos y estar divididos al preguntar cuánto se debía pagarle.

10. Tienen que estar de acuerdo en trabajar para seguir con la obra. No es suficiente que deban estar de acuerdo para orar por un avivamiento, sino también tienen que estar de acuerdo en trabajar para promoverlo. Deben disponerse a ello sistemáticamente, como un asunto de negocios, visitar, conversar y orar con sus semejantes, estar al pendiente de oportunidades de hacer bien, observar el efecto de la palabra y las señales de los tiempos que puedan saber cuándo algo necesita hacerse y hacerlo.

(1.) Deben estar de acuerdo para trabajar.

(2.) Deben estar de acuerdo cómo trabajar.

(3.) Deben estar de acuerdo para vivir como corresponde.

11. Tienen que estar de acuerdo en una determinación para preservar. No responderá por algunos miembros de la iglesia hoy para empezar a mover y proferir, y entonces, tan pronto como algo pequeño se torne desfavorable, se desanimen, y desmayen, y como la mitad de ellos se den por vencidos. Deben todos estar unidos y de acuerdo para preservar, trabajar, orar y aguantar hasta que llegue la bendición.

En suma, si los cristianos esperan unirse en oración y esfuerzo para prevalecer con Dios, tienen que estar de acuerdo en hablar y hacer las mismas cosas, en caminar por la misma regla y mantener los mismos principios, y preservar hasta que obtengan la bendición para no obstaculizar o frustrar los esfuerzos del uno y del otro. Todo esto está evidentemente implícito en estar de acuerdo en tocar las cosas por las que se están orando.

OBSERVACIONES

1. Vemos por qué tantos hijos de los padres profesantes no se convierten.

Es porque los padres no han estado de acuerdo como tocar las cosas por las que oran de parte de sus hijos. Quizá nunca han tenido algún tipo de acuerdo respecto a ellos. Quizá nunca se pusieron de acuerdo en cuanto a qué era aquello que les podían pedir. A veces los padres no están de acuerdo en nada, sus opiniones chocan y siempre están en desacuerdo, y sus hijos lo ven, y entonces con razón no se convierten.

O quizá no pueden estar de acuerdo como tocando la salvación de sus hijos. ¿Son sinceros en desearla? ¿Están de acuerdo en desear y estar de acuerdo desde los motivos correctos? ¿Están de acuerdo referente a la importancia de ella? ¿Están de acuerdo cómo sus hijos deben ser tratados para causar efecto en su conversión, qué se les dirá, cómo se les dirá, cuándo y por quién? ¡Ay!, en cuántos casos es evidente que no están de acuerdo. Probablemente se encontrarán pocos casos donde los hijos permanezcan sin convertir, pero qué probará que los padres nunca verdaderamente se pusieran de acuerdo como para tocar las cosas por las que debían pedir para la salvación de sus hijos.

Con frecuencia hay tal desacuerdo en el que no podríamos esperar ningún buen resultado o cualquier cosa más que la ruina de los hijos. El esposo y la esposa con frecuencia están en desacuerdo completa y fundamentalmente en cuanto a la manera de criar a sus hijos. Quizá la esposa sea afecta al vestido, presuma y visite, mientras el esposo es sencillo y humilde, se duele, aflige, llora y ora por ver cómo sus hijos se llenan de vanidad. O puede ser que el padre sea ambicioso, y quiera tener a sus hijas educadas a la moda, y presumirlas, sus hijos se vuelvan grandes hombres, y entonces manda a sus hijas un internado educado, donde puedan aprender todo menos su deber con Dios, y estarán todo el tiempo presionando y empujando a su hijo hacia su ambición, mientras la madre se duele y llora en secreto por ver a sus queridos hijos apresurados hacia la destrucción, y toda su influencia es contrarrestada, y sus hijos e hijas preparados para servir al dios de este mundo e irse al infierno.

2. Vemos la hipocresía de aquellos que profesan estar en oración por un avivamiento mientras que no están haciendo nada para promoverlo. Hay muchos que parecen ser muy celosos en orar por un avivamiento, mientras no hacen nada. ¿Qué quieren decir? ¿Están de acuerdo como para tocar las cosas por las que piden? Ciertamente no. No pueden estar de acuerdo en ofrecer oración aceptable por un avivamiento hasta que están preparados PARA HACER lo que Dios les requiere que hagan para promoverlo. ¿Qué piensan de un labrador que ora por un cultivo, y no ara o siembra? ¿Pensarían que una oración así es piadosa o un insulto a Dios?

3. Vemos por qué tantas oraciones ofrecidas en la iglesia nunca son respondidas. Es porque aquellos que las ofrecieron nunca se pusieron de acuerdo para tocar las cosas por las que pidieron. Quizá el ministro nunca puso el tema ante ellos, nunca explicó qué es estar de acuerdo, ni les mostró su importancia, ni puso delante de ellos la gran motivación que la promesa ante nosotros permita a las iglesias que estén de acuerdo. Quizá los miembros de la iglesia nunca deliberaron juntas y compararon sus posturas para ver si entendían igualmente el tema, si estaban de acuerdo en cuanto a los motivos, bases e importancia de estar unidos en oración y labor por un avivamiento. Supongan que van por las iglesias en esta ciudad y aprenden las posturas precisas y sentimientos de los miembros sobre el tema. ¿Cuántos encontrarían que están de acuerdo referente a aquello necesario en que los cristianos deban estar de acuerdo a fin de unirse en oración prevaleciente? Quizá ni dos podrían encontrarse que estuviesen de acuerdo, y si dos se encontraran cuyas posturas y deseos fuesen similares, probablemente se determinaría que ellos no están familiarizados uno con otro y desde luego ni actuarán y orarán juntos.

4. Vemos por qué es que este texto ha sido generalmente entendido para significar algo distinto de lo que dice. La gente lo lee mal. Lo han leído como si fuera, "si dos de ustedes se pusieren de acuerdo para pedir cualquier cosa, les será hecho". Y como se han puesto a menudo de acuerdo para pedir por cosas y las cosas no fueron hechas, han dicho ellos: "el significado literal del texto no puede ser verdad porque lo hemos intentado y sabemos que no es cierto. ¿Cuántas reuniones de oración hemos tenido, y cuántas peticiones hemos puesto, en las que hemos perfectamente estado de acuerdo para pedir por bendiciones, y sin embargo no han sido concedidas?" Ahora el hecho es que nunca han entendido qué es ponerse de acuerdo como para tocar las cosas que pedimos. Estoy seguro que esto no es una construcción forzada del texto, sino es su significado verdadero y obvio, como un lector sencillo y piadoso lo entendería, si preguntara seria y sinceramente la verdadera relevancia. Tienen que estar de acuerdo no solo en pedir, sino en todo lo demás que es indispensable para la existencia del objeto por el que se ora. Supongan que dos de ustedes estuviesen de acuerdo de ir a juntos a Londres. Si no estuvieran de acuerdo en cuanto a los medios, qué ruta tomarán, en qué barco irán, nunca irán juntos. Lo mismo en orar por un avivamiento, tienen que estar de acuerdo en cuanto a los medios y las circunstancias, y todo lo esencial para la existencia y progreso de un avivamiento.

5. Podemos por lo regular esperar un avivamiento de religión para prevalecer y extenderse entre aquellos sin la iglesia, sólo en proporción a la unión de oración y esfuerzo desde dentro. Si hay una unión general dentro de la iglesia, el avivamiento será general. Si la unión continúa, el avivamiento continuará. Si todo empieza a desbaratarse en esta unión perfecta en oración y esfuerzo, empezará a limitar el avivamiento. ¡Cuán grande y poderoso sería un avivamiento en esta ciudad si todas las iglesias en la ciudad se unieron así para promoverlo!

Hay otro hecho que he presenciado, que vale la pena notar. He observado que un avivamiento prevalecerá fuera de la iglesia, entre personas en esa clase de sociedad, entre quienes prevalece en la iglesia. Si las mujeres en la iglesia están despiertas y en oración, la obra comúnmente puede esperarse que prevalezca en su mayoría entre las mujeres fuera de la iglesia, y más mujeres que hombres se convertirán. Si los jóvenes de ambos sexos en la iglesia están muy despiertos, la obra muy probablemente prevalecerá entre la juventud, hombres o mujeres, o ambos, como la obra pueda ser en la iglesia en este respecto. Si las cabezas de familia y los hombres principales en la iglesia están despiertos, he observado que es muy probable que prevalezca entre esa clase fuera de la iglesia. He sabido de un avivamiento casi limitado a mujeres, y pocos hombres se convierten, aparentemente por el hecho de que la parte masculina no se ocupó y trabajó. De nuevo, he repetidamente sabido de un gran número de convertidos entre los hombres, aparentemente debido al hecho de que la parte masculina de la iglesia se ocupó mucho. Cuando el avivamiento no llega a una clase particular de los impenitentes, deben tomarse las molestias para animar a esa porción de la iglesia que sean de su edad y posición para hacer más esfuerzos directos para su conversión. Parece haber una filosofía en este hecho, que seguido he presenciado. Clases diferentes de profesantes naturalmente sentirán simpatía por el impenitente de su mismo sexo y rango, orarán más naturalmente por ellos, tendrán más interacción con ellos, y más influencia sobre ellos, y esto parece ser por lo menos una de las razones del porqué los avivamientos son apropiados para que sean los más poderosos y generales en esa clase sin la iglesia, quienes son los más despiertos en ella. Los cristianos deben entender eso, y sentir su responsabilidad. Una gran razón por la que muy pocos de los hombres principales a veces se convierten, sin duda es, que esa clase en la iglesia es a menudo muy mundana, no pueden ser animada. El avivamiento generalmente prevalecerá sobre todo en esas familias donde los profesantes pertenecientes a ella están despiertos, y el impenitente perteneciente a esas familias no lo está, es apto para quedarse inconverso. Una razón principal obviamente es que cuando los profesantes en una familia o barrio están despiertos, no sólo hay oración ofrecida para los pecadores en medio de ellos, sino hay influencias correspondientes actuando en los impenitentes entre ellos. Si están despiertos, sus miradas y vidas, y avisos, todo tenderá a promover la conversión de sus amigos impenitentes. Pero si están dormidos, todas sus influencias tienden a prevenir su conversión. Su frialdad contrista al Espíritu, su mundanalidad contradice el evangelio, y todas sus interacciones con los amigos impenitentes son a favor de la impenitencia, y están calculadas para perpetuarla.

6. Vemos por qué denominaciones distintas han sufrido para alzarse en la iglesia y bajo el gobierno de Dios.

Los cristianos con frecuencia ven y deploran los males que han surgido en la iglesia de Dios, desde la división de su gente hasta sectas discordantes. Y se han sorprendido y se desconciertan en pensar que Dios debe permitir que sea así. Pero a la luz de este tema podemos ver que considerar qué diversidades de opiniones, sentimientos y posturas de hecho existen en la iglesia, muchas cosas buenas resultan de esta división de sectas. Considerar esta diversidad de opinión, muchos nunca se pondrían de acuerdo para orar y trabajar juntos para hacerlo con éxito, entonces es mejor que se separen, y dejar unidos aquellos que se hayan puesto de acuerdo. En todos los casos donde no puede haber un acuerdo cordial para trabajar, es mejor que cada denominación deba trabajar por sí misma siempre y cuando exista esa diferencia. A veces he visto avivamientos disueltos por intentar unir a cristianos de denominaciones diferentes en oración y trabajo unido, mientras no están de acuerdo en cuanto a los principios o medidas por las que la obra iba a promoverse. Entonces deshacen el trabajo de cada uno, destruyen la influencia de cada uno, dejan desconcertados a los ansiosos, dan ocasión para que los enemigos blasfemen, sus sentimientos pronto se amargan, el Espíritu es ahuyentado, la obra se detiene, y quizá siga confusión y controversia dolorosas.

7. Vemos por qué a veces Dios permite a las iglesias que se dividan. Es porque encuentra que hay tanta divergencia en los miembros que no oran y trabajan juntos con efecto. A veces la iglesias están en un estado así se mantendrán aún juntas de las consideraciones mundanas y políticas mundanas porque es mucho más fácil para todos apoyar el culto público. Quizá ambos bandos quieran mantener la casa de reunión, o ambos quieran retener al ministro, y no pueden ponerse de acuerdo cuál soltar, y entonces siguen con celos y discordias por años, logrando poco o nada para la salvación de las almas. En casos así, Dios ha con frecuencia dejado que salga algo entre ellos que los parta en dos y entonces cada bando irá a la obra, cada quien por su camino, y quizá ambos prosperen. Mientras estaban en la misma iglesia, siempre estaban causando problemas uno al otro, como no pensaban ni sentían lo mismo, pero tan pronto se separaron, todo se arregló en paz, e hizo evidente que era mejor que se dividieran. He sabido de algunos casos en este estado donde ha sido con resultados muy felices, y ambas iglesias han sido rápidamente bendecidas con avivamientos.

8. Es evidente que muchas más iglesias necesitan dividirse. Cuántas iglesias hay, que se están manteniendo juntas, y sin embargo no está haciendo bien, por la sencilla razón que no están suficientemente de acuerdo. No piensan igual y ni sienten igual en los temas conectados con avivamientos, y mientras esto es así, nunca pueden trabajar juntas. A menos que puedan ser llevadas a tales cambios de posturas y sentimientos en el tema como los unirá, son sólo un obstáculo para el uno al otro y la obra de Dios. En muchos casos vemos y sentimos que es así, y sin embargo se mantienen unidas, concienzudamente, por temor a que una división deba deshonrar la religión, cuando de hecho la división que ahora existe puede que esté haciendo de la religión un refrán y reproche. Mejor sería que se pusieran de acuerdo para dividirse amigablemente, como Abraham y Lot". Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda". Que se separen y el trabajo de cada uno siga su camino, y puede que los dos gocen la bendición.

9. Vemos por qué pocos individuos, que están perfectamente unidos pueden ser exitosos en reunir y construir una nueva iglesia, y pueden hacerlo así mucho mejor que un número mayor que no están de acuerdo entre ellos mismos. Si vamos a juntar una nueva iglesia en esta ciudad, preferiría tener cinco personas, o tres, o incluso dos, que estuvieran perfectamente de acuerdo como tocando las cosas por las que oran, y la manera en la que deben laborar por ellos, y en todo lo esencial para la prosperidad de la iglesia, y que estén conmigo, y uno con otro, en vez de tener una iglesia o quinientos miembros que no están de acuerdo.

10. Vemos que pueden esperarse cosas gloriosas desde Sion, donde las iglesias generalmente estarán de acuerdo en esos temas. Cuando los ministros hagan a un lado sus prejuicios, interpretaciones equivocadas, celos, tengan el mismo parecer, y cuando las iglesias entiendan por igual la Biblia, y vean el deber igual, oren igual, y se pongan de acuerdo como tocando las cosas por las que pidan, una nación nacerá en un día. Sólo déjenlos sentir como el corazón de un hombre, y ponerse de acuerdo en lo que debe hacerse para la salvación del mundo, y el milenio vendrá de inmediato.

11. Hay mucha ignorancia en el tema de avivamientos en las iglesias. Después de todos los avivamientos que ha gozado, y todo lo que se ha dicho, escrito y publicado referente a avivamientos, hay muy pocos que tienen un conocimiento consistente y real del tema. Y cuando hay un avivamiento, pocos hay que puedan ocuparse para trabajar y promoverlo como si entendieran lo que están por hacer. Hay pocas personas que hayan tomado avivamientos de religión como un tema para ser estudiado y entendido. Todos saben que en un avivamiento los cristianos tienen que orar, y tienen que hacer algunas cosas que no han tenido el hábito de hacer. Pero multitudes no saben nada de la RAZÓN por la que deben hacer eso, o por qué una cosa es mejor que otra, y desde luego no tienen principios para guiarlos, y cuando algo ocurre que no esperaban, todos fallan y no saben qué hacer. Si los hombres deben ir a la obra para construir una casa de culto, y saben tan poco cómo proceder como muchos ministros y profesantes saben cómo construir un templo espiritual de Dios, nunca levantarán una casa en el mundo. Y sin embargo, la gente se cree que está construyendo la iglesia de Dios, cuando no sabe nada y es totalmente incapaz de dar una razón de lo que está haciendo como lo hace, o por qué una cosa debe hacerse en vez de otra. Hay multitudes en la iglesia que nunca perecen suponer que la obra de promover avivamientos de religión requiere estudio y pensamiento, conocimiento de principios, y habilidad para aplicar la palabra de Dios para dar a cada uno su porción a su tiempo. Y entonces siguen, generalmente haciendo poco nada porque no intentan nada, y si llegan a despertar, se van apresuradamente a trabajar, sin un sistema o plan, como si Dios hubiera dejado esa parte de nuestro deber fuera del alcance del juicio sensato y buen sentido.

12. Hay mucha ignorancia entre ministros en ese tema, y una gran razón de esta ignorancia es que muchos obtienen la idea de que ya entienden todo sobre avivamientos, cuando en realidad no saben nada. Una vez supe de un ministro que llegó donde había un avivamiento poderoso, se jactó y halló fallas en muchas cosas, hablando de su conocimiento de avivamientos, que había estado en diecisiete de ellos y demás, cuando era evidente que no sabía nada como debiera saber de avivamientos.

13. Cuán importante es que la iglesia deba ser instruida y entrenada para saber qué hacer en un avivamiento. Debe estar entrenada y ser disciplinada como un ejército; cada uno un lugar qué cubrir, algo qué hacer, saber dónde pertenece, y que ha de hacer, y cómo hacerlo. En vez de eso, cuán frecuente ven una iglesia en tiempo de avivamiento que se ocupa de su trabajo para promoverlo, sólo como un grupo de niños ocupándose de construir una casa. Qué pocos hay que de veras saben qué hacer--¿qué?--Pues aquello mismo por lo que Dios permite a los cristianos vivir en este mundo, SOLO aquello por lo que los tendría lejos del cielo un día, es aquello mismo de todas las otras cosas cosas que no estudian y no tratan de entender.

14. Vemos por qué los avivamientos con frecuencia son cortos y por qué con frecuencia producen una reacción. Es porque los profesantes han incitado un tipo espasmódico de acción. Han ido a trabajar por impulso en vez de por un deber de convicción deliberada, y han sido guiados por sus sentimientos en vez de un entendimiento sano de lo que debe hacerse. La iglesia no sabía qué hacer, qué podía hacer, y qué no podía hacer, ni cómo administrar su fuerza, ni qué estado de cosas llevarían, y quizá su celo los llevó a algunas indiscreciones, y se soltaron de Dios, y entonces prevaleció el enemigo. La iglesia debe estar entrenada para saber qué hacer, para nunca fallar, y nunca permitir derrota o reacción, cuando intentan promover un avivamiento. Deben entender todas las tácticas del diablo, y saber dónde cuidarse de sus artilugios, para que lo conozcan cuando lo vean, y no lo confundan por un ángel de luz que viene a darles lecciones de sabiduría en promover el avivamiento, y para que puedan cooperar sabiamente con el ministro, y uno al otro, y con el Espíritu Santo, para continuar la obra. Ninguna persona que ha estado familiarizada con avivamientos puede pasar por alto el hecho de que la ignorancia de los profesantes de religión referente a avivamientos, y sus equivocaciones absurdas, están en medio de las cosas más comunes que apagan los avivamientos, y traen de vuelta una reacción temerosa en la iglesia. Hermanos, ¿cómo será eso? No debe ser así, no necesita ser así, ¿será siempre así?

15. Vemos que cada iglesia es justamente responsable por las almas que están entre ellas. Si Dios ha dado tal promesa, y si es cierto que donde tantos como dos se ponen de acuerdo, como tocando las cosas por las que piden, será hecho, entonces ciertamente los cristianos son responsables, y si los pecadores están perdidos, su sangre se encontrará sobre la iglesia. Si las iglesias pueden tener lo que piden, tan pronto como se ponen de acuerdo como para tocarlo, entonces ciertamente la condenación del mundo se requerirá en las manos de la iglesia.

16. Vemos la culpa de los pecadores, en no informarse ellos mismos, y correcta y expeditamente instruir la iglesia en este tema crucial. Pues, ¡es el fin del ministerio cristiano! Qué van ponerse hacer más que a sólo instruir y dirigir el ejército sacramental y llevarlos a la conquista. ¡Qué! Dejar a la iglesia que permanezca en ignorancia en cada tema, y el único punto del deber, para la ejecución de lo que están en el mundo, la salvación de los pecadores. Algunos ministros han actuado como misteriosamente sobre los avivamientos, como si pensaran que los cristianos no pueden entender cómo promoverlos o que no es de importancia que deban saberlo. Pero todo esto está mal. Ningún ministro ha todavía empezado a entender, o a cumplir su deber, si ha descuidado enseñar a su iglesia a trabajar para Dios en la promoción de avivamientos. ¿Qué trama? ¿Qué quiere decir? ¿Por qué es ministro? ¿Para qué fin ha tomado el oficio sagrado? ¿Es para que pueda comer una pieza de pan?

17. Vemos que los padres piadosos pueden tener cierta la salvación de sus hijos. Sólo déjenlos que oren en fe, estén de acuerdo como tocando las cosas por las que piden, y Dios les ha prometido los deseos de sus corazones. ¿Quiénes puede estar más de acuerdo que los padres? Déjenlos que estén de acuerdo en oración, y que estén de acuerdo en qué hacer, y que estén de acuerdo en cumplir todo su deber, déjenlos de ese modo entrenar a sus hijos en el camino que deben ir, y cuando estén grandes, no apartarán de él.

Y ahora, hermanos, ¿creen que están de acuerdo según el significado de esta promesa? Sé que donde unos cuantos individuos puedan estar de acuerdo en algunas cosas, pueden producir algún efecto. Pero mientras el cuerpo de la iglesia no esté de acuerdo, siempre habrá muchas cosas para contrarrestar, que sólo lograrán muy poco. LA IGLESIA TIENE QUE ESTAR DE ACUERDO. ¡Oh, si pudiéramos encontrar una iglesia donde estuviera de corazón y perfectamente de acuerdo en todos estos puntos para que pudieran orar y trabajar juntos, como uno solo, qué bien haría! Pero ahora, mientras las cosas están como están, vemos colonia tras colonia poblando el infierno porque la iglesia no está de acuerdo. Oh, qué piensan los cristianos, cómo pueden estar quietos, cuando Dios ha traído sus bendiciones para que cualquier par esté de acuerdo, como tocando las cosas por las piden, sería hecho. ¡Ay! ¡Ay! Cuán amargo será el recuerdo de estas querellas en la iglesia, cuando los cristianos lleguen para ver las multitudes de las almas perdidas que se han ido al infierno porque no estaban de acuerdo para trabajar y orar por su salvación.

FINALMENTE. -- A la luz de esta promesa vemos la horrible culpa de la iglesia. Dios ha dado la promesa para que sea herencia preciosa de su gente en todo tiempo y en todo lugar. Si la gente se pone de acuerdo, sus oraciones serán respondidas. Vemos la horrible culpa de esta iglesia, que vienen aquí y escuchan las conferencias sobre avivamientos y luego se van y no tienen avivamiento, y también la culpa de los miembros de otras iglesias que escuchan estas conferencias, se van a casa y rehúsan cumplir con su deber. ¿Cómo pueden reunirse con los miles de pecadores impenitentes alrededor de ustedes, ante la barra de Dios, y verlos hundirse en fuego eterno? ¿Han estado unidos de corazón para orar por ellas? Si no lo han hecho, ¿por qué han estado en desacuerdo? ¿Por qué no han orado con esta promesa hasta que han prevalecido?

Ahora estarán de acuerdo y orarán por el Espíritu Santo, y lo recibirán antes de que se vayan a casa, o la ira del Señor estará sobre ustedes. Si están de acuerdo ahora en orar en el sentido de esta promesa, para que el Espíritu Santo descienda sobre esta ciudad, la paloma celestial volará por la ciudad en medio de la noche y levantará las conciencias y romperá la los sueños culpables de los perversos. ¡Cuál entonces es la culpa carmesí de esos profesantes de religión que están durmiendo a la vista de tal promesa! Parecen haberla omitido, o haberla completamente olvidado. Multitudes de pecadores yendo al infierno en todas las direcciones, y sin embargo esta bendita promesa es descuidada; sí, más, es prácticamente despreciada por la iglesia. Ahí está en el registro solemne, la iglesia puede agarrarse de ella de tal forma que vastos números podrían ser salvos, pero no se ponen de acuerdo. Por tanto, las almas se perderán. ¿Y dónde está la responsabilidad? ¿Quién toma esta promesa y ve a los perdidos en el rostro en el día del juicio?

Estas conferencias fueran grandemente decisivas para recibir la religión en la iglesia a la que fueron predicadas, y su publicación en este país y en Europa ha sido el medio de promover avivamientos en muchos lugares. A Dios sea toda la gloria.

 *Nota del traductor: El versículo de Mateo 18:19 utilizado aquí en inglés por el autor incluye esta frase "as touching anything" ("como tocar", o "como tocando, cualquier cosa"), la cual no aparece en español en la versión de Reina-Valera de 1960, sino que se lee "acerca de cualquier cosa".

 

 

 

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