LA VERDAD DEL EVANGELIO

Oren por avivamiento

Por el Rdo. Charles G. Finney

 

¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti? -- Salmo 85:6

 

Oren por avivamiento. -- El avivamiento es la renovación del primer amor de los cristianos. Resulta en el despertar y conversión de los pecadores a Dios. Un avivamiento en una comunidad es el levantar, vivificar, y recuperar de la iglesia que de alguna manera ha apostatado, y el despertar general de todas las clases, y la atención garantizada a las demandas de Dios.

Oren por avivamiento. -- Un avivamiento siempre incluye compunción por el pecado de parte de la iglesia. Los apóstatas no pueden despertar y empezar de inmediato en el servicio de Dios sin la búsqueda profunda de corazón. Las fuentes de pecado necesitan ser deshechas. En un avivamiento verdadero, los cristianos siempre son llevados bajo tales convicciones.

Oren por avivamiento. --Los cristianos apóstatas son llevados al arrepentimiento. Un avivamiento no es nada más que un nuevo comienzo de la obediencia a Dios.

Oren por avivamiento. -- Un avivameinto puede ser esperado cuando los cristianos tienen un espíritu de oración por un avivamiento; es decir, cuando oran sus corazones están listos para un avivamiento. Sus mentes están fijas en algo más --la salvación de los impíos y similares-- y no por el avivamiento entre ellos mismos.

Oren por avivamiento. -- Hay dos tipos de medios para promover un avivamiento: uno para influir en los hombres, el otro para influir en Dios. La verdad es empleada para influir en los hombres y orar para mover a Dios. Cuando hablo de mover a Dios, no quiero decir que la mente de Dios sea cambiada por la oración, o que su disposición sea cambiada, sino que la oración produce un cambio tal en nosotros y cumple esas condiciones como se considera consistente para que Dios haga como no lo sería para que Él hiciera lo contrario.

Oren por avivamiento. -- La oración prevaleciente o eficaz es aquella que obtiene la bendición que busca que afecte su objetivo. Hay algunas cosas que la persona tiene que hacer para prevalecer en oración.

1. Se tiene que orar por un objeto definido. No se puede orar eficazmente por una variedad de objetos al mismo tiempo. La mente del hombre está constituida de tal forma que no puede aferrarse a sus deseos intensamente sobre muchas cosas al mismo tiempo. Todas las instancias de oración eficaz registradas en la Biblia fueron de se tipo. Donde sea verán que la bendición buscada en oración que se ofreció fue una oración por ese objeto definido.

2. Para que la oración sea eficaz tiene que estar en concordancia con la voluntad revelada de Dios. Hay promesas expresas o predicciones en la Biblia que Él dará o hará ciertas cosas -- sea para expresar promesas en cuanto a cosas en particular, o promesas en términos generales para que las apliquemos a cosas particulares. Por ejemplo, hay una promesa: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá". (Marcos 11:24).

3. Para orar eficazmente, tienen que orar con sometimiento a la voluntad de Dios. Lo que quiero decir por sometimiento en oración es conformidad en la voluntad revelada de Dios. Someterse a cualquier mandamiento de Dios es obedecerlo.

4. La oración eficaz por un objeto implica un deseo por aquél en proporción a su importancia. Si una persona verdaderamente desea alguna bendición, sus deseos llevarán alguna proporción a la grandeza de la bendición. Si se encuentran preocupados por deseos benevolentes por cualquier objeto, hay una suposición fuerte que el Espíritu de Dios está provocando esos deseos y moviéndolos a ustedes a orar por ese objeto para que sea concedido en respuesta a la oración.

5. Para que la oración sea eficaz tiene que ser ofrecida por los motivos correctos. La oración no debe ser egoísta, sino dictada por una consideración suprema para la gloria de Dios.

6. Tiene que ser una oración perseverante. Como algo general, los cristianos que han apostatado y perdido el espíritu de oración no tendrán de inmediato el hábito de oración. Hasta que sus mentes se metan de lleno en el espíritu de oración, no se mantendrán fijos en un punto y llevarán su petición a un asunto de inmediato. No piensen que están preparados para ofrecer oración prevaleciente si sus sentimientos no los dejan orar por un objeto y luego dejarlo.

7. La oración no es eficaz a menos que se ofrezca con agonía de deseo. El apóstol Pablo habla de eso como aflicción de su alma. Jesucristo, cuando estaba orando en el huerto, estaba en una agonía tal que sudó gotas de sangre que caían al suelo. Siempre ha sido así en todos los grandes avivamientos, y ha sido más o menos común en proporción a la grandeza, extensión y profundidad de la obra.

8. Si tienen la intención de orar eficazmente, tienen que orar muchísimo. Se decía que el apóstol Santiago después de su muerte por orar tanto sus rodillas estaban con callosidad como la de un camello. ¡Ah! He ahí el secreto del éxito de los primeros ministros. Tenían rodillas callosas.

9. Si intentan que la oración sea eficaz, tiene que ser ofrecida en el nombre de Cristo. No pueden acudir a Dios en el nombre de ustedes. Jescristo les da el uso de su nombre, y cuando oren en el nombre de Cristo, el significado de eso es que puede prevalecer como Él mismo podría, y recibir tanto como el Hijo amado de Dios si fuera a orar Él mismo por las mismas cosas.

10. No pueden prevalecer en oración sin renunciar a sus pecados. Tienen que recordarlos pero tienen de hecho que renunciar a ellos, abandonarlos, y en el propósito de su corazón renunciar a ellos por siempre.

11. Tienen que orar en fe. Tienen que esperar obtener las cosas que piden. No necesitan buscar una contestación a la oración si oran sin ninguna expectativa de obtenerla. No están para formar tales expectativas sin alguna razón por ellas. En caso de que el objeto se revele en la palabra de Dios, si oran sin una expectativa de recibir las bendiciones, solo hacen de Dios un mentiroso. Si son llevados por su Espíritu para orar por ciertas cosas, tienen tanta razón para esperar aquello que sea hecho como si Dios lo hubiese revelado en su palabra.

12. Para que la oración sea eficaz, ésta tiene que ser por intercesión del Espíritu. Nunca pueden esperar ofrecer oración de acuerdo a la voluntad de Dios sin el Espíritu.

(a) El Espíritu referido es el Espíritu Santo. "Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.  Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" (Romanos 8: 13-16).

(b) El Espíritu intercede por los santos. Ayuda a los cristianos a orar de acuerdo a la voluntad de Dios, por las cosas que Dios desea que oren. El Espíritu Santo es de ese modo empleado porque no sabemos por lo que debemos orar como debiéramos.

(c) El Espíritu ora por nosotros al estimular nuestras facultades. Ilumina nuestras mentes, y hace que la verdad tome nuestras almas. Cuando el Espíritu Santo lleva la verdad ante la mente de un hombre, solo hay una forma en la que pueda alejarse del sentimiento profundo, al desviar sus pensamientos y dirigirlos a pensar en otras cosas.

(d) El Espíritu dirige a los cristianos a entender y aplicar las promesas de la Escritura. El Espíritu Santo fue enviado al mundo por el Salvador para guiar a su pueblo, instruirlo, y llevar a su memoria cosas como también para convencer al mundo de pecado.

(e) Esta influencia del Espíritu de Dios tiene que ser buscada en oración ferviente que cree. Cristo dice: "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" (Lucas 11-13). "Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (Santiago 4:3). Un Cristiano debe orar por el Espíritu para que pueda ser más útil y glorificar más a Dios.

(f) Tengan cuidado, también, de no contristar al Espíritu de Dios. Confiesen y abandonen sus pecados. Dios nunca los guiará como a uno de sus escondidos, y revelerá sus secretos a menos que confiesen y abandonen sus pecados. Reparen cualquier daño que hayan hecho. No pueden esperar tener el espíritu de oración primero y luego arrepentirse.

Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. -- Habacuc 3:2.

 

 

Selecciones de CONFERENCIAS SOBRE AVIVAMIENTOS DE RELIGIÓN por el Rdo. Charles G. Finney, publicadas en 1868 por E. J. Goodrich, Oberlin, Ohio.

 

 

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